SYMBOLOS
Revista internacional de
Arte - Cultura - Gnosis
 
Velo de Luna, por Ana Emilia Agüero de Chazal
Velo de Luna
EL NOMBRE EMMANUEL A LA LUZ DE LA TRADICIÓN PERENNE
(A través de la palabra velada y la letra escondida)
ANA EMILIA AGÜERO DE CHAZAL*

Introducción

El nombre Emmanuel posee en su interior una clave que conecta la tradición judeo-cristiana con la tradición perenne. Posee en él una cualidad iluminadora, que esclarece distintos elementos judeo-cristianos a la luz de la tradición primordial.

Así el nombre Emmanuel nos va conducir por los distintos pasajes del texto sagrado donde se evidencia dicha conexión con la tradición primordial. Partiendo desde el misterioso pasaje de la bendición de Melquisedec a Abraham ya señalado por René Guénon como punto de contacto, pasando luego con Iacob por la misteriosa ciudad Luz donde se le manifestará Dios, ciudad que el llamará Beit El, Casa de Dios, y que luego pasará a llamarse Beit Lejem, Belén, Casa del Pan, lugar del nacimiento del mesías. Continuando con Moisés y el momento del Éxodo, donde el nombre Emmanuel nos va a revelar los distintos elementos sagrados que aquí se manifiestan bajo la luz primordial. Para luego finalmente echar luz sobre los  misterios de la crucifixión y la eucaristía cristiana.

Podríamos decir que Emmanuel, es más que un nombre, es quizás un Meta-concepto, ya que guarda en sí mismo toda una forma de conocimiento, que nos permite por ejemplo comprender la Crucifixión o el Éxodo a través de dicha estructura contenida en el nombre Emmanuel, que es la propia estructura del solve et coagula de las transformaciones alquímicas.

La bendición de Melquisedec a Abraham y la relación con el nombre Emmanuel

El nombre Emmanuel aparece por primera vez en la Biblia con el profeta Isaías, es un nombre cargado de profundos misterios.

Este texto trata sobre la relación entre el nombre Emmanuel y la sabiduría perennis. Ya René Guénon en El Rey del Mundo señala dicha relación, cuando plantea que este nombre posee el mismo valor numérico de El Elion, el Dios de Melkitsedek.

Tanto El Elion, (אל עליון) como Emmanuel (עִמָּנוּאל) tienen un valor numérico de 197 y por ello afirma Guénon que “el sacerdocio de Melquisedec, es el sacerdocio de El Elion: el sacerdocio cristiano es de Emmanuel; pues si Elion es Emmanuel, estos dos sacerdocios no son más que uno y el sacerdocio cristiano que además contiene esencialmente la ofrenda eucarística del pan y el vino, es verdaderamente, según ‘la orden de Melquisedec’”.

El autor se basa para afirmar esto en su libro El Rey del Mundo, en el pasaje bíblico donde Abraham se encuentra con Melquisedec, quien era rey de Salem, y sacerdote del El Altísimo (El Elion), creador de los cielos y la tierra, a quien adora con pan y vino. Guénon cita: “Melquisedec rey de Salem, hizo traer el pan y el vino; y era sacerdote del Dios Altísimo (El Elion) y bendijo a Abram diciendo: ‘bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo que te ha entregado a tus enemigos en tu mano. Y Abram le dio el diezmo de todo lo que él había tomado’”.

Guénon señala entonces que Melquisedec en este pasaje es representado como superior a Abraham ya que le bendice, y este a su vez le entrega el diezmo afirmando dicha superioridad. De aquí, que El Elion, el Dios de Melquisedec, es superior a El Shadai, Dios de Abraham, en el sentido de “el primero de los nombres representa un aspecto divino más elevado que el segundo”.

“La bendición sería como una influencia espiritual de la que Abram[1] participará en adelante” influencia espiritual que viene de esta tradición perenne representada por Melquisedec.

René Guénon observa en este pasaje bíblico una conexión entre la tradición hebrea y la tradición primordial, ve en Melquisedec una relación con el tema del Rey del Mundo[2], porque Melquisedec significa rey de justicia, quien es su vez rey de Salem (paz) y pontífice (del Altísimo). O sea un rey sacerdote, y precisamente la justicia y la paz son los atributos esenciales de Manu, el rey del mundo, en la tradición primordial.

El autor plantea una continuación de la línea primordial dentro del judaísmo representada en esta bendición de Melquisedec a Abraham. Línea de la que se atisban huellas con Jacob, Moisés, Noé e Isaías a través de su profecía sobre el Emmanuel. Dicha línea tradicional sería continuada con Jesucristo, tradición presente el corazón esotérico[3] (interno) del cristianismo, esencialmente en el misterio de la eucaristía.

En Cristo confluyen también la justicia y la paz, la línea real y el sacerdocio. “Como cita el salmo 110,4 «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec». Esto significa que Jesús no sólo cumple la promesa davídica, la espera del verdadero rey de Israel y del mundo, sino que realiza también la promesa del verdadero Sacerdote.”[4]

Significado del nombre Emmanuel

El origen del nombre Emmanuel lo encontramos en Isaías 7, 14: “Por tanto el señor mismo os dará una señal: He aquí que la virgen[5] concebirá, y dará a luz un hijo, llamará su nombre Emmanuel.” 7, 15 “Comerá mantequilla y miel hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.”

El significado del nombre aparece más adelante, en Isaías 8, 10 donde se menciona la frase “Dios está con nosotros”.

Ahora analicemos este primer significado del nombre:

עִמָּנוּאֵל

Emmanuel se escribe:

ל lamed - א alef - ו vav - נ nun - מ mem - ע Ain

 y significa “Dios con nosotros” porque:

[6] עִם (im), ain- mem, significa: con

נוּ (nu), nun-vav, significa: nosotros

אֵל (el) alef-lamed, significa: Dios

Imnu – el

“Con – nosotros – Dios”

O “Dios está con nosotros”

 

Un segundo significado del nombre Emmanuel y su conexión con el sacerdocio de Melquisedec

Primero vamos a decir que en Emmanuel, es evidente la presencia del nombre Manu dentro de él, esto quizás habría conducido a Guénon encontrar la relación numérica entre Emmanuel y El Elion.

Si contemplamos el nombre podemos encontrar una segunda interpretación nos dice como “Dios es con nosotros”.

En esta segunda interpretación del nombre Emmanuel עִמָּנוּאֵל significa:

[7]עַם am (ain - mem): pueblo

מָּנוּ manu (memnun - vav): man (maná)

אֵל el (alef - lamed): Dios

Entonces tenemos que la primera palabra, no es עִם “con” (im) esta vez, sino, עַם “pueblo[8]” (am).

En la segunda palabra tenemos מָּנוּ 9 (mem-nun-vav) Manu que tiene la raíz de man מן (mem-nun) en español “maná, el pan caído del cielo. El autor del éxodo 16, 15 explica que cuando el pueblo judío estaba en el desierto ellos dijeron Man hu?[10] ¿Que es esto? Ese sería el origen de la palabra maná.

Y por último tenemos la palabra אֵל (El) Dios.

Entonces encontramos, que este segundo significado del nombre Emmanuel, presenta la siguiente cadena de conceptos dentro en él:

Pueblo – maná – Dios

עמנואל  -  pueblo

עמנואל  -  manu (contiene la raíz de man)

עמנואל   -   Dios

Podemos observar que entre la palabra pueblo y la palabra Dios está la palabra maná, esta es una palabra “puente” entre el pueblo y Dios. Esto entonces nos explica como es que “Dios es con nosotros” (el primer nivel de significado del nombre Emmanuel), Dios es con nosotros a través del maná, el pan del cielo, el regalo de Dios para los hombres.

Aquí debemos recordar que Jesús dijo en Juan 6, 51 “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo."

Cristo empleó el maná como símbolo de la eucaristía, de ahí que el maná ha sido siempre símbolo eucarístico en la liturgia cristiana. La común-unión con Dios a través del cuerpo de Cristo como alimento del espíritu, por ello Jesús se llama a sí mismo el verdadero pan del cielo.

Podemos observar que en el nombre Emmanuel está presente una verdadera eucaristía, común-unión del pueblo que a través del maná recibe a Dios, la común-unión con lo divino. Encontramos aquí en el nombre Emmanuel la relación con el sacerdocio de Melquisedec, que sería el sacerdocio de El Elion, en la presencia del maná, símbolo de la eucaristía, y como afirma Guénon, en el valor numérico del nombre Emmanuel que es el mismo de El Elion.

Dijimos que Emmanuel significa:

Pueblo – maná – Dios

Pero también significa:

Pueblo – Manu – Dios

Observemos que en el nombre עמנואל Emmanuel la palabra man (maná) está contenida dentro del nombre Manu y esto es muy significativo. Porque esta relación también aparece en el mismo origen del nombre maná, en el Éxodo, porque al ver el pan caer del cielo los hebreos dijeron Man hu? Que el maná esté contenido en el nombre Manu y la expresión Manhu, nos alude a que Manu trae el maná, como en el pasaje de la bendición de Melquisedec a Abraham, quien trae el pan.

El autor del éxodo 16,15 dice que al ver caer el pan del cielo, los israelitas exclamaron “Man hu(מָן הוּא) porque no sabían (מַה הוּא)mah hu” “Qué es esto”. Por lo cual el origen de la palabra maná, se presenta velado, oculto, plantea un interrogante, un misterio. “El empleo de man en el texto hebreo plantea una dificultad, porque el pronombre interrogativo en arameo es man, pero en hebreo es mah[11]. Además de ello el pronombre man (מָן) no significa “que” sino que significa “quien”, entonces: ¿Man hu? No sería ¿Qué es esto? Como insinúa el autor del éxodo, sino sería ¿Quién es él?

De aquí surgen los siguientes interrogantes: ¿Por qué utilizar un pronombre arameo (man) en medio del texto hebreo? ¿Porqué los hebreos cuando vieron caer el pan del cielo exclamaron esta frase “¿Quién es él?” ¿Por qué esta frase es explicada “incorrectamente” como ¿Qué es esto?

Se puede pensar que se emplea la palabra man para realizar un juego de palabras, con el prenombre arameo man (quien) y el prenombre hebreo hu ¿Cuál es el juego de palabras que se trata de emplear? Si la palabra maná deriva de esta expresión: Man hu? Entonces me pregunto si la respuesta estaría contenida en esa misma pregunta, Man hu? ¿Quién es él? Y la respuesta sería Manhu, de aquí sale el origen de la palabra maná. Manhu, nos recuerda a un nombre que aparece en las distintas tradiciones como Manes, Minos, Manu[12]. Recordemos que el maná es el pan caído del cielo, lo que supone un puente con Dios, y este es uno de los atributos del nombre Manu.

¿El origen de la palabra maná permanece velado o confuso porque tendría relación con la tradición primordial? La tradición, perdida, oculta, velada, subterránea.

La palabra maná es la “palabra velada”, porque en su origen aparece un misterio, un velo. Así también un poco escondido está el concepto maná dentro del nombre Emmanuel. Pero el velo que presenta esta palabra escondida, oculta, también insinúa, señala y revela.

Recordemos que Melquisedec, quien bendijo a Abraham trae pan y vino[13] para adorar a El Elion, de quien él es sacerdote. Por ello el sacerdocio cristiano es según “la orden de Melquisedec” con la eucaristía. Y recordemos, que Jesús toma el maná como símbolo eucarístico. Aquí en esta segunda lectura del nombre Emmanuel vemos en el maná, la conexión con la eucaristía, y con el sacerdocio de Melquisedec, relación que se reconfirma con el hecho de que tanto Emmanuel como El Elion (Dios de Melquisedec) poseen el mismo valor numérico 197, como advirtió René Guénon.

Continuando con el tema del éxodo y la relación con la tradición perenne, Guénon compara la imagen del Rey del Mundo cuando sale del templo irradiando luz divina con la imagen de Moisés cuando descendía del Sinaí, el cual debió cubrirse con un velo[14] para hablar al pueblo que no podía soportar el resplandor.

El autor menciona además que “...la función ‘legislador’, que es la de Moisés supone necesariamente una delegación de poder que representa el nombre Manu; y por otra parte uno de los significados contenidos en el nombre Manu indica precisamente la reflexión de la luz Divina”.

La Paz y la Justicia en el reinado del Mesías

El profeta Isaías, en el capítulo 9 “Nacimiento y reinado del mesías”, menciona cuatro nombres para este. Isaías 9, 6 “Porque un niño os ha nacido, hijo nos es dado; y se llamará su nombre Admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” 9,8 “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límites, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre…”

En el capítulo 11 “Reinado justo del Mesías” 11, 3 “… No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos. 11, 4 Sino que juzgará con justicia a los pobres y argüirá con equidad a los mansos de la tierra; herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 11,5 Y será la justicia el cinto de sus lomos y la fidelidad ceñidor de su cintura. Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.”

Como vemos en toda esta descripción del reino del mesías son la justicia y la paz los atributos más relevantes. El cuarto nombre que da al mesías Isaías en el capítulo 9, 6 es “Príncipe de paz”, quien gobernará con juicio y justicia, no necesitará mas armas que su propio juicio y el poder de su palabra contra los impíos. Y como describe más adelante, tal será la paz durante su reinado que “el lobo morará con el cordero”, y “el león como el buey comerán paja”.

Entonces tenemos que el nombre Emmanuel, “príncipe de paz”, lleva en su centro el nombre Manu, “el rey de paz y justicia”, soberano y pontífice. Y durante su reinado, el del mesías, prevalecerán la paz y la justicia los atributos del rey del mundo, Manu.

Emmanuel tiene en el “corazón”, su centro, el nombre Manu, como también la palabra man “maná” (contenida en manu), el pan del cielo, el pan de vida, y allí la presencia del espíritu de la eucaristía que también lo relaciona con el tema del rey del mundo y la tradición perenne.

En Emmanuel confluyen la paz y la justicia (reinado y pontificado), porque Emmanuel es el mesías profetizado por Isaías, quien anuncia que dicho mesías sería un retoño del tronco de Isaí, es decir de la rama real de David[15]. Este retoño del tronco de David, lleva en el centro de su nombre la palabra maná, como un puente entre el pueblo y Dios. Esto implica un atributo de pontífice, y este pontificado es según la orden de Melquisedec, por la presencia de la eucaristía contenida en el nombre.

El Maná un puente con Dios

Como planteamos antes, retornando a Emmanuel, encontramos que este nombre está compuesto por las palabras, Pueblo – Maná – Dios. He aquí, en esta cadena de conceptos que conforman el nombre, una la línea tradicional que llega de Dios al hombre, donde Manú (maná) es la palabra “puente” entre el pueblo y Dios.

En el concepto “puente” está el origen de la palabra pontifex, el pontífice es el constructor o hacedor de puentes. Así Manu (el rey pontífice), se presenta como un puente entre el pueblo y Dios, en el “centro” del nombre Emmanuel.

Con relación al concepto puente, Guénon afirma que este significa la unión de lo celeste con lo terrestre, la unión de lo humano con lo divino. El puente une dos orillas, en una habita la temporalidad y lo corruptible y la otra orilla es la de la eternidad y la perfección. En el judaísmo el arcoíris[18] o “puente celeste” es el símbolo de la Alianza con Dios.

El puente también es vertical no solo horizontal afirma René Guénon en Símbolos de la ciencia sagrada y aquí se relaciona con el eje, el axis mundi, el símbolo de la cruz. Cristo en la cruz representa entonces el maná (puente entre el pueblo y Dios) donde el cuerpo de Cristo se transforma en el pan eucarístico, el pan de vida, por medio del sacrificio de la muerte en pos de la absolución de los pecados de los hombres, misma muerte que lo lleva a la resurrección posterior.

Es Cristo el puente entre Dios y los hombre, por ello también se encuentra en relación con el pan de la presencia, el cual solo estaba reservado antes a los sacerdotes. Cristo mismo como sumo sacerdote se convierte en el pan, del cual pueden alimentarse los hombres, convirtiéndose como alimento del espíritu, en la presencia del Dios en el hombre, el pueblo, el cual puede entonces obtener un acceso a Dios, en la común unión con Dios.

Guénon afirma además que el puente es lo que une lo celeste con lo terrestre, ambas orillas, pero también lo que los separa, porque el puente es también la distancia que hay entre ambos. En relación a esto tenemos que en la palabra manu מנו, que es el puente entre pueblo y Dios y donde está la raíz man מן (maná), hay también otra letra, la vav 19(ו). Precisamente esta letra es la que representa aquello que separa y que une a la vez, porque la letra vav representa una línea vertical que separa dos cosas, pero también la letra vav significa “y” (ve) como “maná y Dios” (man veEl) מן ואל forman juntos la palabra מנואל manuel en Emmanuel. La vav en Emanuel, es aquella letra que separa las palabras pueblo y maná de la palabra Dios, como así también la letra que une ambas palabras con Dios.

Mem - Nun – La muerte y la resurrección

Aquí nos es oportuno explicar la palabra maná desde las letras que la constituyen. La palabra maná, en hebreo es man מן, (mem-nun), he aquí que estas dos letras encierran el misterio de la muerte y la resurrección.

La letra hebrea מ mem es la número 13[20] del alfabeto hebreo, con la misma comienza la palabra mabet מות, o met מת, “muerte”; se la relaciona con el arcano número 13 del tarot, el arcano de la muerte.

La siguiente letra en el alfabeto es la ן nun[21], es la número 14 y se la relaciona con el arcano 14 del tarot, “la templanza”, arcano asociado con la resurrección de Cristo. Guénon en Símbolos de la ciencia sagrada, afirma que esta letra representa el paso de un estado al otro, la resurrección. Con nun se escribe el nombre Noé[22], y también la palabra nolad (nace). También menciona que en la Cábala la letra nun representa el “nuevo nacimiento”, que supone la muerte del estado anterior (mem).

La letra nun además, es la que está a la par de la ו vav, en manu (mem-nun-vav), vav significa “y”, como maná “y” Dios en Emmanuel. Lo que significa que el renacimiento que implica la letra nun, está unido con Dios.

Entonces este análisis de la palabra maná nos ayuda a comprender a ahondar un poco sobre el porqué Jesús toma el maná como símbolo eucarístico, por qué en la cruz él deviene en el pan eucarístico, que muere para luego resucitar en Dios durante las pascuas judías. Vimos que el maná es el puente entre el hombre y Dios, que también contiene el misterio de la muerte y la resurrección que lleva el paso de un estado a otro superior.


El Símbolo del Pan

NOTAS

* Ana Emilia Agüero de Chazal es Licenciada en Artes plásticas por la Facultad de Artes de la provincia de Tucumán, Argentina, con especialidad en escultura.

[1] René Guénon escribe Abram, porque hasta este pasaje bíblico el nombre todavía no había cambiado a Abraham.

[2] “El título de “Rey del Mundo” tomado en su concepción más elevada y compleja se aplica con propiedad a Manu, el Legislador primordial y universal”. “Este nombre no designa un personaje histórico o más o menos legendario, lo que designa en realidad es un principio, la inteligencia cósmica que refleja la ley espiritual pura y formula la Ley (Dharma) propia de las condiciones de nuestro mundo o nuestro ciclo de existencia; y al mismo tiempo es arquetipo del hombre considerado especialmente en tanto que pensante (en sánscrito Manawa)”. René Guénon El Rey del Mundo, pág. 14.

[3] La línea tradicional primordial se encuentra en el corazón esotérico (interno) de las antiguas tradiciones religiosas. Dentro del Judaísmo en la Cábala, dentro del Islam a través del sufismo y en el Cristianismo, a través del esoterismo cristiano, etc.

[4] «Lectio divina» de Benedicto XVI sobre la misión del sacerdote, hombre de compasión y «puente» entre Dios y el mundo.

[5] La palabra empleada en el texto hebreo no es virgen (Betulah), sino almah (doncella).

[6] En hebreo la letra mem מ cambia a ם mem sofit al final de las palabras, ejemplo םימ (maim) agua, la primera letra se escribe con mem y la última con mem sofit.

[7] עם (ain-mem) en hebreo significa “con”, fonéticamente se pronuncia im, pero también las mismas dos letras forman la palabra “pueblo” y se pronuncia am. La diferencia entre ellas está en la pronunciación, mientras que im “con” lleva un punto bajo la ain indicando el sonido i. La palabra “pueblo” lleva una pequeña línea horizontal bajo la ain indicando la pronunciación a. Pero ambas palabras se escriben  עם ain-mem.

[8] Isaías 8, 8 se refiere al pueblo de Judea con el nombre Emmanuel, esto podría ser una alusión a la presencia de la palabra pueblo contenida en este nombre.

[9] La palabra pueblo y la palabra manu comparten la misma mem, segunda letra de עמנואל Emmanuel en hebreo. Esto ocultaría, velaría un poco esta segunda definición del nombre que presenta los conceptos: pueblo -maná -Dios, que conforman el nombre Emmanuel.

[10] La exclamación Man hu?, daría origen a la palabra maná, nombre del pan caído del cielo durante el éxodo. Pero hay en el origen de la palabra maná un misterio podríamos decir, porque Man hu, en realidad no significa como se dice en el éxodo ¿Qué es esto? Sino ¿Quién es él? La presencia de la palabra maná en Emmanuel, se presenta un poco velada como el origen mismo de la palabra Maná. Pero este es un velo que insinúa y a la vez revela. Por ello Maná es la palabra velada.

[11] Comentario bíblico San Jerónimo, Roland Edmund Murphy, Simon and Schuster, 1971, pág. 177.

[12] Manu es un nombre que se encuentra bajo diferentes formas, en diversos pueblos antiguos, como el Manes de los egipcios, el Menw de los celtas y el Minos de los griegos. El Título de Rey de Mundo, se aplica a Manu, el legislador primordial y universal. Este nombre no designa a un personaje histórico “lo que designa en realidad es un principio, la inteligencia cósmica que refleja la luz espiritual pura y formula la Ley propia de las condiciones de o de nuestro ciclo de existencia; y es al mismo tiempo el arquetipo del hombre considerado especialmente en tanto que ser pensante (en sánscrito Manawa)”. René Guénon El Rey del Mundo, pág. 14.

[13] El vino representa el carácter iniciático y esotérico, secreto, de la ceremonia religiosa. Por ser el vino una bebida que embriaga no es para todo el mundo, solo es reservado para algunos pocos dice Guénon.

[14] La imagen del velo que cubre el rostro para que su resplandor no lastime los ojos me recuerda precisamente a la deidad griega de origen hiperbóreo, primordial, Apolo. He aquí que esta imagen del velo en el rostro para cubrir la luz es un símbolo tradicional, es la luz velada que es a su vez revelada.

[15] Recordemos que David come del pan de la proposición o presencia por que no había otro pan que pudiera comer en ese momento en Samuel 21, 6. Este pan estaba reservado solo para los sacerdotes de la línea de Arón. Aquí también hay una relación entre la línea real y la sacerdotal línea de Arón, como con la de Melquisedec en la presencia del pan.

[18] El arcoíris aparece cuando Dios entabla su pacto con Noé, el arca de Noé también representa un puente. En hebreo la palabra arcoíris es Keshet y su valor numérico es 800 y la palabra puente es guesher y su valor numérico es 503, es decir ambos conceptos que aluden a la alianza con Dios dan valor numérico 8. Si reducimos el número 197 que presenta tanto El Elion como Emmanuel obtendremos un 17, igualmente el nombre Yeshua es un 17 reducido de un 386. 17 = 1 + 7 = 8. El 8 es un número presente en las alianzas realizadas entre Dios y los hombres, es un número relacionado con la muerte y la resurrección. Representa un nuevo ciclo, uno más allá del siete, donde el siete representa un ciclo completo terminado anterior, Dios terminó la creación en seis días y al séptimo descansó, el 1 + 7 es un nuevo ciclo que comienza más allá del ciclo anterior, Jesús resucita al octavo día. Pero este tema los veremos en otra oportunidad.

[19] La letra vav representa la separación de las aguas en el nombre יהוה Yahvéh, según el libro Sefer ja Zohar, es como una línea vertical que separa ambas ה hei, las que representan las aguas superiores e inferiores respectivamente. Pero también la vav une y en este sentido con ella es que se escribe la palabra ve “y” ו.

[20] El número 13, posee en sí una dualidad, por un lado se relaciona con la muerte y la mala suerte y por otro con el centro sagrado y el amor. Como en la conocida superstición que dice que si son 13 en una mesa el treceavo morirá en el transcurso del año, superstición que a su vez viene la última cena y que está conectada con la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, donde había un lugar que estaba vacío y este lugar era solo para el caballero perfecto y destinado que traería el grial. Toda persona que se siente en ese sitio era fulminada, muerta de inmediato. Esta anécdota de la leyenda relaciona a la vez la idea de muerte y la de centro, de elegido por otro lado que tiene el número 13. Recordemos que algunas veces se dice que eran 49 los asientos ocupados y el asiento número 50, el vacío que esperaba al predestinado. 4 + 9 = 13 y 5 + 0 = 5. Veremos más adelante, como estos dos números tanto el 13, como el 5 se relacionan con la idea de centro, de eje.

[21] En arameo la letra nun significa pez (Símbolo de Cristo) y mem las aguas del mar.

[22] Noé como nun representa el nuevo nacimiento, el renacimiento después de la muerte anterior. En el diluvio que terminó con todo lo anterior, solo Noé y los seres en su arca se salvaron para comenzar el nuevo mundo. Recordemos que en este pasaje de Noé es donde aparece la imagen del arcoíris como símbolo de Alianza con Dios.



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