SYMBOLOS
Revista internacional de 
Arte - Cultura - Gnosis
 

CARTA EDITORIAL

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mateo 7, 7.

La corriente subterránea de agua Mercurial emerge con fuerza en este fin de ciclo, próximo a su desenlace. La Utopía de la que nos hablaron nuestros antecesores es real y no meras ensoñaciones.

Quienes lo reconocieron, asumieron libremente dejarlo todo entregando su vida a ello y al mismo tiempo, no han cejado en el empeño de difundir tan buena nueva de la manera que fuese.

Existe un mapa de ruta mediante el que es posible iniciar todo un proceso interno en el que de perdido, uno pasa a reencontrarse consigo mismo, aquél que nunca dejó de ser, mientras se mira en el espejo preguntándose ¿Quién?

En dicho punto se halla la fuente Mercurial, ahí, la diosa Sabiduría nos ofrece agua y creyendo morir al beberla, (un tránsito terrible y liberador), recuperamos el conocimiento. Dejamos de soñar y despertamos a la realidad, “una sombra sin ningún complejo de inferioridad”, como dice el profesor Hobbie en la obra de teatro Lunas Indefinidas.1

Hasta el último momento uno cree que va a algún sitio, pese a que en el fondo no sea así, ya que en verdad no hay donde ir, ni ningún lugar sino sólo este, ni momento mejor, pues no hay otro y mañana es nunca.

Haciéndonos cargo de esta situación, se efectiviza la posibilidad de comprender, esto es, encarnar, aquello a lo que tratamos de dar nombre, no como un acto de soberbia, sino de reconocimiento en la semejanza, sumándonos de corazón a la corriente de Pensamiento de la que somos hijos legítimos y herederos.

Es por tanto un acto teúrgico verdadero tratar de nombrar lo innombrable, siempre y cuando la intención sea recta, vertical, sin intereses personales de ninguna clase. Intención que toma cuerpo en este formato telemático (que es el que a día de hoy tenemos a mano), y que de un modo u otro permanecerá hasta el fin, pues es Conocerse lo que está en juego: el reconocimiento de la divinidad una y única manifestándose a tres niveles distintos y simultáneos, tres planos o grados que conforman este Teatro en el que nos hallamos, el Misterio. Y todo ello aun reconociendo que no es posible poner límites a lo ilimitado, que por su propia incondicionalidad no los ha tenido, ni los tiene, ni los tendrá jamás.

En cualquier caso, un canto de celebración de la Gracia que se derrama por doquier.

II

Dicho lo anterior a modo de preámbulo y meditación previa, añadiremos que las contribuciones recibidas de nuestros colaboradores para este Nº 51 de Symbolos han sido muy variadas en su temario, siempre en torno al Símbolo, el Hermetismo y la Filosofía Perenne. Ante estos nuevos trabajos nos congratula comprobar que sus autores hayan hecho suyas aquellas palabras que ya señalamos en la anterior Carta Editorial: que entre todos contribuimos a mantener vivo y operativo el espíritu de SYMBOLOS, entre otras cosas porque esta publicación, desde que inició su andadura hace ya más de un cuarto de siglo bajo la dirección de Federico González, ha sido uno de los pilares más importantes en lengua castellana en la difusión de las ideas, la cultura y el arte entendidas como vehículos del conocimiento cosmogónico y metafísico, en sus amplias, variadas y ricas expresiones. En este sentido, SYMBOLOS es una revista que, en lo esencial, siempre ha fomentado entre sus lectores, y desde diferentes enfoques, la búsqueda de ese conocimiento encarado como un soporte de la realización interior.

Para esta actualización contamos con los siguientes estudios y artículos:
La Máscara Real, exposición a cargo de Mireia Valls sobre los extraordinarios acontecimientos que tuvieron lugar en 1759 en la ciudad de Barcelona, con motivo de la llegada de Carlos III que iba a ser coronado como nuevo rey de España.
La Mesa de Salomón Descifrada: Homenaje a Federico González. Trabajo de Jose Ignacio Carmona que gira en torno a la simbólica de esta figura mítica, en memoria del director de la revista, como reconocimiento a su labor de difusión.
Notas sobre el eje nodal y la conciencia trascendental
. Estudio que nos introduce en los fundamentos zodiacales, vehículo idóneo para comprender la individualidad como un símbolo de la Unidad.

La sección "Ensayo y Literatura" nos descubre la cosmogonía Dogon, cuidadoso trabajo de Adara Mª Ariza Díaz, que nos introduce en la impresionante simbólica de esta cultura tradicional, poco conocida en occidente.
En "Notas y Noticias" tenemos La Escalera de Jacob y el lado hermoso de algún lugar, aportación de Emilia Agüero de Chazal, que desarrolla el simbolismo de este pasaje bíblico poniéndolo en relación con dos conocidos músicos y sus composiciones.
Cañas huecas es el título de la contribución de Carlos Alcolea, referente a la función que le corresponde al hombre como intermediario entre la Tierra y el Cielo.

La sección "Cuaderno de Imágenes", (nuevo espacio que se irá ampliando en posteriores actualizaciones de la revista), nos ofrece la oportunidad de contemplar parte de la exposición de tapices del Apocalipsis de San Juan realizados a finales del siglo XIV, conservados y expuestos en el castillo de Angers, Francia.
Y en este mismo apartado, encontramos los famosos Mantos de Paracas, como muestra de la belleza y riquísima simbólica que despliega el arte textil precolombino.
También contamos con una nutrida compilación de novedades que aparecen en las páginas de nuestro Anillo telemático.
Todo ello en un formato renovado, con el fin de que sea más ágil la navegación por cada uno de los espacios que contiene SYMBOLOS.

El consejo de redacción.

 
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NOTAS
1

Federico González Frías.

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