SYMBOLOS Nº 13-14
 "MASONERIA"
Carta Editorial
  
Dedicamos este Nº doble de SYMBOLOS al estudio de la Masonería, sociedad iniciática occidental, y por lo tanto al simbolismo constructivo como imagen de la arquitectura del Universo y también del hombre, su miniatura. La Ciencia Sagrada se basa en el Conocimiento de la Cosmogonía que hace de todo maestro masón un mago, en el sentido de su integración con las pautas, números, y medidas, utilizados de acuerdo a los ciclos y ritmos propios de las leyes naturales que conforman el modelo, o arquetipo del mundo. Es decir, el teúrgo como hombre de Conocimiento, y sobre todo como creador y ejecutor de un proyecto surgido de la nada, análogo al cosmos, pero producto de la concentración y el trabajo de un pequeño demiurgo humano.  

En ese sentido la Masonería es Universal y sus talleres otros tantos templos de la Iglesia Secreta. En ellos se expresa la Voluntad Perenne del Constructor, llamado Gran Arquitecto del Universo, mediante el Símbolo y el Rito, y se aprende a conocer la Obra del Creador, y por sobre todo el Pensamiento que la ha organizado.  

Por lo que ser masón no es simplemente una adscripción a una institución cualquiera por esotérica que fuere, sino el hacerse cargo, el encarnar su cuerpo doctrinario manifestándose en la totalidad de los mundos físico, anímico y espiritual. Para ello es necesario un trabajo que actúe de modo operativo sobre los postulantes y los lleve a comprender no sólo la majestad de los conceptos con los que está alternando, sino también la dignidad feroz de esta labor de accésis al Conocimiento, principio y motor de todo trabajo, inclusive material y profano; esta dignificación del trabajo es pareja con toda idea de Orden propia de la Construcción, y se encuentra presente en la Masonería (una Orden) desde la época de las corporaciones y gremios medioevales hasta hoy.  

En realidad la labor del masón es pulir la piedra bruta y llevarla a la perfección. En ello su labor no se diferencia de la del alquimista -o hermetista- que lleva a cabo la transmutación, es decir que completa un ciclo propio y real en un mundo permanentemente inacabado, casi ilusorio. Es importante aclarar que este pulimiento de la piedra, encargado por el Gran Arquitecto del Universo a los hermanos masones, sólo se extinguirá con el fin de los tiempos, o sea, hasta el momento en que el tiempo, vivo, siempre presente, absorba la totalidad del espacio, tema este que ocupará bajo el título de Fin de Ciclo, el próximo Nº doble (15-16) de esta revista.  

La división de las Logias desde el siglo XVIII es una característica tan propia de la Masonería, que casi se podría decir que es una condición de ella. Sin embargo esta multiplicidad de Talleres y Ritos ha beneficiado a numerosos países que de este modo han podido recibir en su seno este depósito ancestral, que se ha mantenido casi intacto en su andamiaje iniciático, ya que en casi todos ellos son respetados los símbolos fundamentales y su dramatización ritual, aunque no todos los masones conozcan completamente los secretos de su Orden, o lisa y llanamente los ignoren. Esta Cadena de Unión, llamada Hilo de Oro en Hermetismo, que une los distintos mundos verticales entre sí y se expande de modo horizontal hacia las cuatro direcciones del espacio, está tan viva hoy como lo ha estado siempre. La Tradición Hermética y la Masonería poseen la llave de la Transmutación a través del Conocimiento.  

En el Nº 4 de SYMBOLOS publicamos una comunicación leída en un congreso masónico e igualmente en el Nº 5 reprodujimos un comunicado conjunto editado en la revista Vers la Tradition. En ellos quieren señalarse muchas de las anomalías presentes en las logias masónicas, degeneración derivada de factores cíclicos y que toca por otra parte a todas las instituciones, incluida la Iglesia de Roma, a la que muchos de nosotros criticamos no en cuanto masones, puesto que las relaciones entre Iglesia Católica y Masonería se encuentran apaciguadas, sino en cuanto cristianos. Pero a pesar de que estas instituciones con el devenir del tiempo se hayan corrompido en relación a la violencia e injusticia que el mundo moderno ha engendrado, lo cual en última instancia se identifica con la ignorancia en su estado más avanzado, ello no obsta para que paralelamente, o mejor, inversamente, se geste un movimiento contrario y seamos capaces de ver reverdecer la Acacia.  

En efecto, determinadas camarillas de masones, verdaderas mafias como las que se han adueñado del poder en todos los ámbitos en esta época, se dedican a la corrupción, la venalidad y la inconsciencia al punto que los medios son más importantes que los fines y el amiguismo, el compadrazgo y el tráfico de influencias campean por doquier. Y en estas circunstancias los ideales burgueses de "triunfo en la vida" y "hacer una carrera" se prestan para utilizar a la Masonería como una via de logros personales y realizaciones egóticas, aprovechándose de su enorme prestigio. En suma, la apropiación de algunos talleres de la Orden, malversando sus auténticos contenidos y tratando de aprovecharla en beneficio propio, sin ninguna relación con el Conocimiento.  

También hay que decir que el juramento del secreto masónico, heredado de las logias medievales de canteros, constructores y artesanos, y que era habitual para proteger los secretos -y los derechos- del oficio, en el Renacimiento y el siglo XVIII entre numerosas sociedades discretas que se protegían así del poder y la usurpación, ha sido, en verdad, una de las grandes dificultades que ha debido enfrentar la Masonería, especialmente en su relación con la Iglesia Católica, y otras organizaciones tan pretendidamente "ortodoxas", como autoritarias. Ello se ha extendido hasta los tiempos modernos, como por ejemplo en regímenes tan folklóricos e ignorantes como el de la España de mediados de este siglo y sus secuaces, quienes obligaron a los masones a huir a Francia, Inglaterra, México, Argentina y otros países, habiendo sido puesto precio a sus cabezas -y ejecutado a muchos de ellos-, los que hubieron de rehacer su vida en otros lados, sólo por ser miembros de la Orden. En cuanto a los que regresaron a España, a ellos en gran parte -sin el menoscabo de las otras fuerzas e individualidades que intervinieron en el proceso- se debe la tolerancia ejemplar que predominó durante la llamada "transición" de la democracia española, al no promover ningún revanchismo de cualquier tipo.  

A ellos, pues, y por otros motivos a nuestras esforzadas hermanas que trabajan en las logias femeninas, está dedicado este conjunto de estudios y artículos de SYMBOLOS.  

En este fin de ciclo se presenta la Masonería como un depósito de doctrina viva y tradicional que incluso ofrece la posibilidad de una realización intelectual (espiritual), es decir, de la Iniciación en el Conocimiento.  

Por eso este renacimiento de la Orden al que asistimos, sobre todo si se tiene en cuenta que la Masonería (noaquita) ha recibido su legado doctrinario y experimental de un ciclo anterior al del diluvio bíblico, según la Tradición.    
  

LA DIRECCION
 
Las columnas J y B en la obra de Jolifief "La Brújula de los Sabios".
A. A. P. de Jolifief, Der Compaß der Weisen
(La Brújula de los Sabios).
Berlín y Leipzig, 1615
 
 
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