La Cábala es propiamente la expresión del esoterismo en la tradición judía, su simbólica es universal y no es propiedad exclusiva de un pueblo, grupo y mucho menos de tal o cual individualidad. Su mensaje se da generosamente a quien se presta a recibirlo y a aceptarlo libre de prejuicios o intereses particulares, las más de las veces relacionados con parcelas de poder, ansias de prestigio, reconocimiento, etc., unas cuestiones profanas que no hacen más que manchar y ocultar el verdadero contenido de la enseñanza sintetizada en el modelo del Árbol de la Vida, un pantáculo que reúne en 10 esferas o nombres de poder la totalidad de los misterios del Cosmos. Y desde luego, no es Cábala todo lo que circula por ahí con este nombre; muchas veces se trata de engaños, falsificaciones, versiones sesgadas o disminuidas, o simplemente un escudo detrás del cual se esconden reglas, recetas, dogmas, normas morales, arbitrariedades o ceremonias de carácter religioso. Por decirlo en pocas palabras, el exoterismo intentando suplantar al esoterismo. |