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RAPSODIA FEDERICO GONZÁLEZ FRÍAS |
1er. Cuadro Una sala de redacción - computadoras. Se trata de la Revista LETRA VIVA. Es una sala de un viejo edificio universitario. No debe ser hecha en un lugar inhóspito sino en un lugar agradable, pese a que sea en el campo. Dos momentos de tormenta. (Relámpagos, truenos fortísimos). Voz: Urano parió de la nada a sus propios hijos y el Gran castrador los maldijo uno a uno y a todos juntos de modo general. Voz: Nuestro propio padre nos está cagando ahora, no como que fue en el origen remoto, porque somos su cagada a día de hoy, unos tristes mierdas de origen divino, producto de una maldición filial. Voz: Esto lo narra Hesíodo, y Platón nos lo comenta en el Fedón. Pero con certeza no utiliza los términos que nosotros aquí hemos utilizado. Voz: Dejadnos que leamos el discurso de Critias: “Durante muchas generaciones, mientras la naturaleza del dios era suficientemente fuerte, obedecían las leyes y estaban bien dispuestos hacia lo divino emparentado con ellos. Poseían pensamientos verdaderos y grandes en todo sentido, ya que aplicaban la suavidad junto con la prudencia a los avatares que siempre ocurren y unos a otros, por lo que, excepto la virtud, despreciaban todo lo demás, tenían en poco las circunstancias presentes y soportaban con facilidad, como una molestia, el peso del oro y de las otras posesiones”. Voz: “No se equivocaban embriagados por la vida licenciosa, ni perdían el dominio de sí a causa de la riqueza, sino que, sobrios, reconocían con claridad que todas estas cosas crecen de la amistad unida a la virtud común, pero que con la persecución y la honra de los bienes exteriores, éstos decaen y se destruye la virtud con ellos. Sobre la base de tal razonamiento y mientras permanecía la naturaleza divina, prosperaron todos sus bienes, que describimos antes. Mas cuando se agotó en ellos la parte divina porque se había mezclado muchas veces con muchos mortales y predominó el carácter humano, ya no pudieron soportar las circunstancias que los rodeaban y se pervirtieron; y al que los podía observar le parecían desvergonzados, ya que habían destruido lo más bello de entre lo más valioso, y los que no pudieron observar la vida verdadera respecto de la felicidad, creían entonces que eran los más perfectos y felices, porque estaban llenos de injusta soberbia y de poder”. Voz: Pero, ¿cómo? ¿Acaso me dices que me he autosugestionado por más de veinte años para que al final no haya nada? Voz: (El anterior le contesta). Sí, nada de lo que podría afirmarse que es algo. Voz: Y si usted lo logra, con seguridad que se siente muy agradecido porque se ha sacado un inmenso peso de encima. Voz: ¿Aunque, haber dedicado su vida y no obtener nada? Voz: Déjate sugestionar por nuestros mitos, símbolos y ritos y todas las posibilidades mentales que conllevan. (Entre éste y el amigo). Voz: (El primero). Ahora sí que estás desnudo, en pelotas. Pero es muy difícil que alguien consienta en autosugestionarse, aunque eso es una magnífica manera de vivir la realización de una Utopía. Con el perfecto logro de lo que podría ser llamado ‘todo’ en su día, y sus vinculaciones múltiples que nos han llevado a conocer a la Nada por el Todo y al Todo por la Nada. Voz: ¡Nada menos! Voz: Sí, nada menos. Voz: La Historia es una proyección del Sí Mismo y existe en el corazón del iniciado. En ese corazón en el que no hay ni antes ni después.2º Cuadro Voz: (Femenina). Al fin y al cabo te has subido a la barca que te lleva al más allá. Voz: Desde luego que mi alma no pesó menos que una pluma para subirme. Voz: (Femenina). ¿Al día de hoy hay algo que me conmueve? ¿Debo pensarlo? ¿Me interesa el tema? ¿Qué sería y por qué sería? ¿Qué es conmoverse? No hay palabras estúpidas, no puede haberlas. Pero terminantemente hay algunas más felices que otras, aunque en realidad no existen las palabras feas, ni las bonitas, pero en ello no hay magia ni asombro. Como dice Apuleyo esto es: ¡“La bilis de Venus”! Voz: (Entre dos personajes que han tenido poco papel decir todo lo de los números: los 4 parlamentos siguientes). Serías capaz de modificar del 2 al 3 si encontrases algún punto que quisiera ir hacia lo alto; el hombre o la mujer también poseen ese poder pues no deja de estar presente en lo que es una mutua relación, y porque lo opuesto es una forma de la duplicidad que tiene que sintetizarse en una tríada a partir de la cual todas las cosas existen, como lo dice el Tao Te King y todas las tradiciones lo afirman: “El Tao da nacimiento al uno. El uno da nacimiento al dos. El dos da nacimiento al tres. El tres da nacimiento a todo”. Voz: Lo que produce inmediatamente la aparición del 4 en cuanto a que todo el proceso genera el cuadrado como forma de gran estabilidad, según ya sabemos. Voz: Que sumada a su centro nos da el cinco (número conyugal), y los múltiples agasajos que en él se participan. Voz: (Hasta aquí). La misma historia cuando referimos estos al 6, así como con el 7 y el 8 y el 9, y vete a casa. Voz: Mas una sucesión de temores por la desgracia del otro, por falta de integridad, producen un miedo in extremis y de allí al sueño y al pánico no hay sino un paso. Voz: Todavía tengo las manos amoratadas de tratar de clavar los maderos de la barca fortificada, de trazar sus curvas, de calcular sus inútiles elipses, de buscar en lo que no tengo los elementos necesarios para edificar algo que a la vez fuese una nave y un puerto. Voz: Un odio furibundo igual al de la ignorancia más profunda de la juventud, de la desesperación por la ignorancia, de aquello que es imposible aprehender. ¡Fuera de mí toda esa basura que sin embargo vuelvo a consumir a diario, cotidianamente, el pavor a ser uno mismo, a ser el verdadero Yo, fuente de la armonía, de la perfección y la belleza! Voz: Pavor a que todo lo conquistado sea verdad, espanto de que se derrame como otro basurero alimentando el deseo de otras tantas bocas voraces y feroces. Voz: Y todo por hablar, por no saber mantener el silencio original, por entregarte a la dialéctica a que te inspira el milagro de las palabras, ¡qué traición a la lengua, qué desconocimiento del lenguaje y sus formas adecuadas! ¿No estaremos aún a tiempo de callar? ¿Qué nos impele a este impulso constructor, a este hacer con o sin sentido, a esta urdimbre de pensamientos y a este enjambre de voluntades que van tejiendo a su manera una red que puede ser salvadora o ahogar la pesca con sus dobleces indefinidos? ¿Qué mayor vínculo puede tener uno sino con lo que dice y esto con lo que piensa? ¿Qué volver a nadar las tempestades del Cocito y barrenar la ola de la mierda hacia la salida? ¿Qué estoy diciendo, para quién lo estoy diciendo? ¿Será para ayudar, para hacer mía alguna persona o cosa en particular? Voz: La multitud desbordada, el helado asombro, el espanto atroz de la multiplicidad,… Voz: Ni lerdo ni perezoso me vuelvo a mi cueva, a mi caverna, a donde no hace frío, a donde todo es tan actual como la calidez del hogar alimentada por las voluntades de los contrayentes. Voz: ¡Qué profundo fuego el que nace en nuestros corazones todos juntos dentro de esta nave que no es otra cosa que Amor! ¡Eso espero! Voz: Entre sueño y pesadilla. Voz: La piedra primigenia, inteligente, qué nombre
tan veraz, tan de acuerdo a las circunstancias siempre
presentes de tamaña perfección, qué nombre que
como tal lo dice todo. Voz: (Masculina). De allí deriva cualquier gesto e interpretación, del pesado silencio de esa maravilla consubstancial con todo lo posible. Voz: Porque ya estás pulida. Voz: Y aquí nosotros estudiando armas, escogiendo formas de hacer la guerra encarnando tu nombre, aunque tú de nada necesitas, ni esperas, ni te interesas sino en tu ser mismo que te visita todas las mañanas en el espejo que no es sino una sombra. Voz: Economía de gestos, templanza del corazón mientras la pequeña hojarasca quiere mover ficha y llegar a ser algo, aún invocando tu nombre, teniendo la boca atragantada de lo que tú pareces, o tal vez como ellos te imaginan ser. Piedra, piedra en sí, enjoyada o sobre el loto o como se pretenda para dar una imagen siempre torpe de ti. Voz: Piedra de río, piedra de río cualquiera. Representación
del Universo, de su pesada, inteligente callada
mudez, que algunos pueden confundir con inexpresividad
y hasta burlarse de su falta de inteligencia.
Canto rodado, mundo fijo, esta síntesis de la vida, del
sentido de la creación universal. Para qué más decir. Voz: Si hay que callar mejor hacerlo ahora cuando las palabras son aún fragmentos urbanizados de lo que es. Voz: Un mundo horrible. Un mundo atroz. Ya todos lo sabemos. ¿Pero fue alguna vez distinto? Voz: ¡Si sólo se trata de un estado de ánimo, de algo tan poca cosa como nuestra forma de sentir! Voz: (Femenina). Efectivamente algo tan frágil como la perenne permanencia de un cristal. Voz: Tienes razón. Cantemos, cantemos, enternezcámonos con los niños cantores. Voz: (Femenina). Pongamos dulzura para aparentar belleza. Voz: Buenas maneras para una estética corporal. Prostitutas para disminuir la criminalidad. Voz: Convenciones con la idea remota de fingir un orden, un cosmos que va y viene entre vasos de whisky. Voz: O champagne, o entre pintas de cerveza y eructos como contraseña. Voz: Un vals, un tremendo tango compartido, un estado de ánimo que nos hace pensar que precisamente la vida es un tango. Voz: (Trémulo, ocupando la escena). Os pido disculpas
por existir, estoy de sobra. Voz: No hay mucho más que hacer. Se acaba la ceremonia. Voz: Hasta el próximo fin de semana. Voz: ¡Seguro que es natural! Entablar nuevamente la lucha entre el No Ser y el Ser, pero busquemos el acuerdo en todo lo que esto significa. Que el Ser y el No Ser se integren en una sola Identidad. Voz: Sabiendo también que el resto igualmente es una proyección, un nuevo sueño. Lo que siendo, es nada. Y lo que es nada, igual. Voz: Nunca he concebido una muerte en vano. Voz: Un morir siempre prematuro. Voz: (Femenina). Nada. Voz: No somos nada. Voz: Sí, qué bueno. Muy descansado. Voz: Es lo más descansado pero uno siempre tiene que ser algo. Voz: Siempre tiene el peligro de obedecer a una voz imperativa, lo que al final son cosas groseras e ínfimas en el sentido opuesto, en la vida bien llamada profana, de acuerdo a la que ahora vivimos, sentimos como verdadera y a la que nos adherimos, casi una inversión especular. Voz: Estamos en otro lado. Voz: Con el adhesivo que más pega hasta transformarnos en el nuevo cuerpo de luz al que ahora ya se pertenece. Voz: ¿No es un poco misterioso y oscuro todo esto? Voz: No, simplemente se trata de conocer que esto es magia y rendirse a ella pues es la voz del espíritu que se manifiesta de ese modo. ¿No es verdad? Voz: (Los demás ponen cara de estupefactos). ¿Acaso debo tener que contestar a esta pregunta? Voz: Se ha hecho la Voluntad de aquel Ser que está más allá de cualquier noche y que sin embargo es en el ascenso la única posibilidad que hay ahora y siempre; no nos dice sino eso la totalidad de lo que hemos experimentado. Voz: ¿Por qué será que todo acaba de una manera tan análoga?, parecería que es la misma historia si uno no siguiera sus caminos absolutamente diferentes entre sí. ¡Viva el azar! Aflojémonos con el azar creador pues éste termina cristalizando al mismo tiempo que una maravilla y un horror según de qué punto de vista se considere la cosa: lo de arriba o lo de abajo. (Se apaga la luz).3er. Cuadro Voz: Somos los adoradores del misterio, del Dios Desconocido a pesar de que hay una Alquimia del alma, y una Inteligencia y una Sabiduría que se manifiestan por sus símbolos, de que hay unas revelaciones que nos hacen cultores del Misterio, para decir lo menos, por conocer que las formas pasajeras están simbolizando algo que jamás conoceremos. Voz: Por eso somos los cultores del Misterio, entre ello el profundísimo no saber intelectual de la Alquimia y la Cábala que se nos ha otorgado y que ahora se sigue expresando por símbolos. Voz: Inteligencia y Sabiduría, el No Ser y su simbólica que nos ha traído a todo esto, a reconocer nuestra total ignorancia y a adorar este Misterio mediante un larguísimo proceso que va desde la estúpida ilusión a la docta ignorancia y a ser los súbditos de este grandísimo Misterio, que Todo es Uno y que Uno es Todo. (Pausa). Voz: (Femenina). Teatro de sombras, nos movemos constantemente en la luz crepuscular de nuestras falsas creencias, que tomamos y defendemos a muerte creyendo que son la realidad y no meros símbolos de nuestra pequeña y profunda ignorancia. Voz: A las que consideramos certezas. Voz: ¡Qué destino, conocerlo todo gracias a los desvelos, privaciones y todo tipo de esfuerzos dejando la honra, el sueño y la existencia en el camino, para abandonarlo en un segundo, negarlo sin siquiera vehemencia! Voz: Eso sería, ¡conocerlo todo para obtener la nada y aceptar que ésta es la recompensa prometida! ¡Saber la totalidad para encontrar nada! ¡Qué última sorpresa! ¡Qué postrer asombro! Voz: ¿Hay alguna queja acaso, si desde el primer momento sabíamos que nuestro fin, nuestro destino, participaba del No Ser? Voz: (Femenina). Todo es tan misterioso como el propio
Misterio. Voz: Así como que lo único permanente es el cambio. Voz: Y se hace increíble que esta construcción mental sea nuestro lenguaje en un mundo que no sabe qué es la nada, ni tal vez, el sentido de cualquier otra cosa. Abandonarse a este Misterio que incluye un más allá, un mundo otro incognoscible que se expresa por símbolos y la lengua que nos ha sido dada. Voz: (Femenina). Hemos quedado totalmente disueltos en un conjunto de esferas en movimiento; ¡cómo no abandonarse a este no saber que incluye un más allá! ¡cómo no participar en algo aun sabiendo que nada está ni dentro ni fuera! Voz: (Femenina). ¡Una corriente de agua fresca que emana de la Palabra! Voz: He aquí que hemos quedado totalmente disueltos en esta construcción de algo incognoscible que emana de la Palabra, y por toda esta realidad que es un encantamiento, la esencia del lenguaje, o sea que el Verbo se hizo letra viva en nosotros. Por eso es que así se llama nuestra Revista Letra Viva. Y compartir esta lengua es sumirnos en el Silencio. Voz: (Femenina). “Hágase la Luz”, se oyó un murmullo que decía, mientras todo tomaba forma, y luego: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. Voz: Y también “Hágase en mí según tu Palabra”. Voz: ¡Benditas estas maneras de decir pues la Palabra es vida y luz y qué mayor Misterio que el lenguaje! Voz: Parece irrelevante la película de ochenta
años yendo de aquí para allí en busca de algo inexistente
tan lejano paradójicamente como la propia sombra
pisándonos los talones. Voz: (Femenina). Permaneces en el verdadero asombro, que para ti de modo callado es tu identidad. El nombre que te dieron en el Origen, sencillamente tu Destino. Pero no siempre eso es así, pues sigues atado, aunque menos, mucho menos; no todo se ha esfumado y gracias a Dios se irá contigo en el último momento. Voz: (Voz grave). “Nadie es capaz de agregar un codo a su estatura”. Voz: El No Ser es un mundo sin sombras ni huellas. Nada más virgen que lo que No Es. Voz: Aquí no se da el misterio del lenguaje porque por su propia naturaleza no hay nada que explicar, ni comunicar; aquí no hay otro y por lo tanto cuento ni obra teatral si alguna vez la hubo. Voz: El tono grave sería una manera de decir, el silencio otra. Voz: No hay receptor ni emisor, ni las fatigas del pensamiento. Voz: No hubo ni habrá: ¡qué aligerado! Voz: (Femenina). Los que has querido permanecen y no te
olvidas de los amigos, aunque te olvidas del olvido, y
no hay creación en este espacio. Voz: Es muy duro el No Ser; pero todo ha sido, es
y será un sueño. Voz: (Femenina). Son aguas muy negras que te parece que
van y vienen pero no es cierto. (Pausa). Voz: ¡Déjenme de joder, aquí no otorgamos pasaportes! Ya que jamás ha habido nunca ni cuándo ni ningún otro lugar. Voz: Porque este infinito no puede ser por definición algo articulado en sí mismo como la creación, pues se opone a ella siendo a la vez su Origen simultáneo, es decir, en la inmensa conjetura de la articulación en partes y en subtotales de la perfecta organización Universal, que nunca fue más que un encantamiento de palabras y números. Voz: Y luego seguir existiendo como si tal cosa. Voz: El No Ser no es la negación del Ser, sino un espacio en el alma del que conoce. El No Ser es un resultado del trabajo hermético, un estado vivencial del alma del hombre y del mundo. Si uno verdaderamente conoce estas aulas vacías, sabe de ellas, ha penetrado en su inmenso espacio y vivido las alternativas consiguientes que podrían dar lugar a diferentes posibilidades. Por lo que el Secreto necesita del silencio del buscador y sus experiencias intelectuales-espirituales para ser hallado y aún transmitido. Voz: ¡Cómo no callar sobre su inmensa majestad que aúna en definitiva la ilusión de la individualidad y al mismo tiempo al Silencio como su expresión más adecuada! Voz: Por lo que nada tiene que ver con la negación de algo. Aunque ese algo sea igualmente una nueva ilusión tal cual la de la existencia del otro en este ordenado espacio tan frágil y secreto capaz de producir como su expresión al Silencio. Es ridículo hablar del No Ser si no se lo conoce aún verdaderamente y su existencia sólo se plantea como la ida a un aula de la conciencia. Voz: (Masculina). Esto es otra luz; es una luz negativa
pero es luz. En el vértigo de lo que No Es, también
existe la esperanza. Todos lo hemos sabido. Voz: Aprecio la vida de ultratumba. La coexistencia con el perpetuo No. Voz: Algo muy pequeño pero igualmente majestuoso. Voz: ¿Será verdad…? Sólo el Misterio nos ilumina. Voz: Lo intento todo. ¿Por qué no probar estos caldos del más allá absoluto? ¿Por qué no dejarse convencer por este otro sueño, donde no hay palabras, donde todo es este ansiado silencio? Voz: ¿Por qué no pensar que esta oscuridad es algo más luminoso que la luz del medio día, si creemos, si hemos creído en un Dios, en un conjunto de dioses que aquí es donde habitan, sobre todo el Dios Desconocido? Voz: (Femenina). Un paraíso en toda regla otra. Un descubrir perenne sin salir de la cueva. Voz: Una navegación con el hermano Anubis, ese perpetuo desconocido. Voz: Me quiero quedar con las huríes y los frutos constantes considerando que todo fue una gigantesca infección, una totalidad patológica de la que se han suspendido las ideas y se ha dado paso a la felicidad, y cuando me doy cuenta que estoy imaginando esa película llena de colores me ataca por el flanco un infinito material que he resucitado. Voz: No hace frío en estas salas, exquisitamente templadas. Se diría que estamos en una casa ideal. Voz: Tampoco ni malos ni buenos, no hay violencia, tú mismo has reconocido que eres Dios. Te has autogenerado. Necesitaste todo ello para esto. Voz: (Masculina). ¡Estar unidos con Él, con eso! Voz: (Femenina). Prohibido lo prematuro. (Se apaga la luz y se queda un momento de tormenta. Se enciende la luz) Voz: Perfume derramado es tu Nombre, testigo mudo de tu huella que llega para irse. Voz: Es extraordinario lo que dices. Es brutal. ¿Tú siempre hablas así? Voz: Yo hago lo que puedo, vosotros hacéis el resto. Voz: ¿Cómo? Voz: Al comprender lo que se dice por intuición intelectual lo hacéis vosotros en sí. Pero eso siempre estaba allí, un poco agazapado como esta tarde incierta y teatral. Y también nuestra insolencia pues hemos dicho “tomo tu Palabra” y de este modo se lo ha nombrado ya que la gracia de las Musas se ha hecho presente en ti. Voz: Eso es así. Esto es estar tejiendo constantemente un paño invisible. Eso es la vida. Algo que en su núcleo está gobernado por el Misterio sintetizando ese Nombre todas tus frustraciones, anhelos y logros, tu propia existencia. (Pausa). Voz: (Masculina). ¡Óyeme, Venus! En tu nombre, en tu nombre se dijeron esas cosas tan bonitas. En tu nombre, esos sueños son ahora para todos pues sin eso qué otra cosa nos quedara a los hombres sino el llanto que produce nuestro olvido… Voz: ¡Somos fragmentos del amor! Voz: (Femenina). ¿Quién dices ser?, si toda cosa en ti comienza y termina… Voz: (Femenina). Si cada guiño de tus ojos es un día… Voz: (Femenina). Si la sombra de tus pasos es la vida… Voz: (Femenina). Y nos has dado a todos un alma tan partida que no pensamos sino en huir… ¿Quién dices ser? Voz: (Masculina). Embriágame, mi diosa, quiero beber tu vino delicioso y si he de penar por este hecho pagaré el precio necesario pues quien no sufre por amor no ama. Voz: (Masculina). La vida entera me entregó la transparente lucidez de tu presencia, y comprendí la esencia de la diosa, tu ser, Ishtar, en mí… Voz: (Masculina). ¡Oh, diosa! Piensa más bien en quiénes somos tú y yo, yo y tú. Voz: (Masculina). Oye, vine a decirte lo que todo el mundo sabe, tal vez… Presta atención, no hay nada en esta tierra que no lleve el latir del corazón… (Y señala con el dedo a Venus). Voz: (Femenina). ¿Contra qué debe uno rebelarse si el destino ya está escrito? Voz: ¡Somos fragmentos del amor! Voz: (Masculina). Sólo es ahora y siempre ahora, más luego nunca… Voz: (Masculina). Todo es eterno. No hay próxima vez para los dos. Voz: (Masculina). A cada rato se renueva la promesa de ser y se reitera la palabra y la generación, ¡fecúndame, hazte cargo de este nacimiento que yo te produje a mi vez! Voz: (Femenina). Quebraste mi paz a la inmensa distancia de este palmo ¿qué haría sin aquello que marcó mi futuro sin quererlo? Voz: (Femenina). Explícame hoy cómo hago porque estoy segura de que hoy es siempre y no habrá ningún hoy ni ningún siempre sin este momento que ya fue. Voz: (Masculina). Ya que el autor de la obra se oculta tras
un velo he de cantar sin pena y sin anhelo esta canción
que revele el secreto puesto que eres a la vez el sujeto
y el objeto del amor. (Pausa). Voz: (Femenina inocente). ¿Y usted qué piensa de todo esto? Voz: (Lo piensa). ¡¡¡Que viva la Pepa!!! Fin |
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